Es muy común que cuando se nos mete en la cabeza un reto que supera todo lo que hasta el momento hemos logrado, nos apasionemos y comencemos a entrenar de manera constante, hacemos dieta y dejamos de desvelarnos para estar siempre listos para la siguiente sesión de entrenamiento.
Esto dura algunas semanas o incluso meses, sin embargo, conforme la fecha se acerca y la carga de entrenamiento aumenta comienza una etapa de “relajación”, una mezcla extraña en la que nos sentimos confiados de que con lo que ya entrenamos es suficiente, y a la vez mucho miedo de no saber si lograremos llegar a la línea de salida con el entrenamiento ideal.
Este fenómeno se presenta principalmente cuando tu programa de entrenamiento solo ha estado enfocado en el factor físico, pero se ha dejado de lado la mente, si tienes entrenador, el debe formar parte de ese proceso, estar siempre abierto a escuchar y darte las recomendaciones pertinentes, pero a la vez, darte una sacudida que te saque de tu zona cómoda, porque la realidad es que si esto no pasa en los entrenamientos, lo mas seguro es que ocurrirá en la competencia, y algo que deberías disfrutar se puede convertir en tu despedida del deporte.
Si no tienes un coach que te lleve a través de ese camino, es importante que tú lo hagas para ti, busca sesiones de entrenamiento que te saquen de la rutina, puede ser el ir a correr en el campo, ir a rodar en climas incómodos o en horarios totalmente fuera de lo normal que te hagan cuestionar tu salud mental en cada minuto del entrenamiento. Solo así, durante la carrera sabrás cómo reaccionar ante cada pensamiento de frustración o abandono.
Nuestra recomendación siempre será que te acerques a alguien que tenga experiencia en el objetivo que te has puesto, quítate la pena y pregunta TODAS las dudas que tengas.
Y si no sabes con quien acercarte, pues siempre tendrás al Staff de Tristore para asesorarte.
Mike
Vidaultra.mx